Cada día, millones de estadounidenses utilizan hisopos de algodón para limpiarse los oídos. Sin embargo, los hisopos pueden empujar el cerumen más adentro del oído, causando la obstrucción de cera en el canal auditivo.
Las velas o conos en los oídos también pueden ser peligrosos. La Administración de Alimentos y Medicamentos advierte de que este método puede causar quemaduras, perforación del tímpano y obstrucción del conducto auditivo. Es especialmente peligroso para los ni?os.
A continuación se indican cinco formas de limpiar correctamente el cerumen de los oídos:
El cerumen es una sustancia natural antibacteriana y antifúngica que mantiene sanos los conductos auditivos. En algunos casos, la cera puede acumularse y causar pérdida de audición o molestias. En esos casos, puede utilizar las técnicas que se indican a continuación, pero sólo si no se ha sometido a cirugía de oído y sabe que no tiene un agujero en el tímpano.
(Aceite de oliva, aceite de almendras, aceite para bebés o aceite mineral)
El peróxido de hidrógeno puede colocarse en el oído por sí solo o utilizando una peque?a jeringuilla de bulbo (como las que se utilizan para eliminar los mocos de las fosas nasales de los bebés). Estos utensilios son de venta libre.
Un médico puede eliminar el cerumen con herramientas seguras. Si tiene dolor de oído, supuración o dificultad para oír, debe acudir a un médico para que le evalúe.